En toda la bajada entre los castaños podremos magníficos ejemplares de árboles centenarios, así como en la parte de abajo los prados de siega característicos de las riberas. También podemos detenernos en las ermitas de La Devesa a la entrada de Rozas, junto a un descomunal castaño; y la de Sta. María, junto a la carreta de Villarino. En toda la ladera podremos apreciar una gran variedad de hábitats en las zonas alternantes de los castañares con robles aclarados y con escobonal.

Esta es una zona que hará las delicias del aficionado a la fotografía en otoño. Entre las especies de hongos más fácilmente observables podemos citar las ramarias, carboneras, gamuzas, tricolomas, higroforos blancos, llanegas, cortinarios, etc. En la parte baja del recorrido encontraremos las especies típicas de las praderas como bolas de nieve, champiñones de prado, cándidas; u otras de pequeña talla y que normalmente crecen sobre los excrementos frescos como estrofarias, paneolos o Bolbitius vitellinus.